Lo cierto es que no es fácil reconocer a un hada, se esfuerzan en camuflarse lo suficiente para poder seguir haciendo su trabajo sin poner en riesgo su existencia. Son como los agentes secretos o los superheroes con doble personalidad... pero de verdad.
Sin embargo hay quien dice que si te fijas bien, si de verdad le dedicas el tiempo y la ilusión necesarios, acabas reconociéndolas y sintiendo ese cosquilleo en la nariz tan característico... lo que pasa es que somos lo que somos, vulgares humanos que tendemos a racionalizarlo todo y que preferimos pensar que esa señal, esa forma que tienen las hadas de decirnos, "eh, chaval, que estoy aquí, que la magia existe de veras" es un proyecto de estornudo que se quedó por el camino.
Dicen que las hadas siempre tienen el pelo revuelto, ya sabes, el vuelo sin motor es lo que tiene, y que cuando sonrien se les marca un pequeño hoyuelo justo a 4,2 centímetros de la oreja derecha, en ángulo recto. Cuando te miran, siempre les brillan los ojos y su risa es tan contagiosa que no puedes evitar que se te escape una carcajada cuando crees escucharlas, aunque sea de lejos.
Desprenden un leve olor a vainilla, aunque dependiendo de la región de la que procedan, pueden combinarla con pequeños toques de canela o caramelo, en cualquier caso, su aroma siempre te transporta a tu infancia, y a los postres de tu abuela.
Parecen personas normales y corrientes, la perduración de su especie depende de ello, pero no pueden ocultar ciertos gestos característicos que las hacen únicas y especiales. Las hadas del norte por ejemplo, suelen tropezarse sin motivo aparente, mientras que a las del este siempre se les sonrojan las mejillas cuando un niño las señala.
Yo sé que a mi me rodean algunas... no me he puesto a medir los centímetros que separan el hoyuelo de sus orejas pero cuando quiero estornudar y no lo consigo, no puedo evitar sonreir...
Yo conozco otro tipo de hadas. Son las que estan a tu lado en todo momento y lo que persiguen casi de forma suicida tu bienestar.
El problema de estas hadas es que no las ves y no las puedes distinguir a simple vista. Lo que tienes que hacer es cerrar los ojos, respirar hondo y sentir la enorme felicidad que te llena cuando este tipo de hadas protege tu corazon.
Yo puedo decir orgulloso que encontre la mia.