Hace tiempo que no hablamos y me cuesta encontrar las palabras adecuadas para demostrarte todo lo que te he echado de menos.
Tuve que marcharme… me ahogaba pequeña… se me pudría el alma en ese cuarto, en esa casa, en esa situación… y no pude llevarte conmigo.
Aún me despierto por las noches pensando en ti, en cómo me acusaban tus ojos cuando desde un rincón observabas cómo escapaba como un delincuente, de noche, en silencio y sin mirar atrás más que para encontrarme con tu enorme tristeza.
Y no volví a darme la vuelta, porque sabía que si lo hacía, no hubiera tenido fuerzas para seguir adelante.>
¿Siguen visitándote los demonios azules? Me llevé unos cuantos en penitencia por tu abandono… pero supongo que algunos no se pudieron resistir a tu frágil encanto y se quedaron a tu lado…
Eras tan tímida… te hacías tan insignificante cuando tenías a alguien cerca… tan… pequeña… no entiendo cómo nadie veía lo importante que eras, la luz que emitías… sólo yo me deslumbraba, y en el fondo, me alegraba egoístamente de que así fuera, me hacía sentir especial, me hacías sentir especial.
Siempre te recordaré bailando a solas, en ese decadente salón, sonriendo con los ojos cerrados mientras el disco giraba una y otra vez en el fonógrafo… nunca me hubiera atrevido a interrumpirte, ni siquiera a contarte que te espiaba mientras dabas vueltas al son de la música, me daba demasiado miedo que no volvieras a hacerlo…
¿Siguen visitándote los demonios azules?
No supe nada pequeña.
Si al menos hubiera tenido una ligera idea… si hubiera podido imaginar lo que ocurriría…
Me atormenta tanto haber sido capaz de dejarte atrás, de olvidar que solo conmigo te sentías segura y podías luchar contra lo que fuera… te lo quitaron todo pequeña, pero porque antes fui yo el que te arrebató la oportunidad de escapar…
De salir de allí…
Salir de allí...
Salir…
¿Siguen visitándote los demonios azules?
(y el proyecto continua... leer el previo "Nana" aquí)
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