Decidió que aquel era un lugar tan bueno como cualquier otro, así que en cuestión de segundos desplegó sus azaleas, espolvoreó unas cuantas orquídeas y descargó una cantidad exagerada de amapolas... siempre le habían encantado las amapolas.
A última hora cambió en dos tonos el verde de las hojas más cercanas a la casa para que la melodía de colores fuera perfecta y seleccionó un aroma a primavera para la entrada, reservando los colores del otoño para el interior, cálidos y chispeantes como el ruido de las hojas secas.
Casi resbala al colocar dos rayos de sol en el sitio reservado para la ocasión; una perpendicular que descendía justo hasta el alfeizar de la ventana posterior, pero todos los detalles eran esenciales.
Cuando terminó, contempló el resultado y el cosquilleo de una media sonrisa apareciendo por sus mejillas le certificó que había seguido las instrucciones de forma correcta.
Entre tanto edificio gris, les iba a resultar algo complicado, pero la música de ambiente con flautas de la región lunar les haría encontrar el camino...
El refugio de los sueños por cumplir estaba listo para recibir a sus futuros huéspedes.
Casi "me caes" de la silla con la otra I.D.I..
Y con esta otra IDI, me demuestras lo bobo que soy, porque siempre he deseado escribir cosas a partir de la animada imaginación que me chiscan algunas imágenes, pero siempre me da vergüenza utilizar el talento ajeno para salir de la crisis de musas. Siempre me dió, quiero decir, porque lo mismo ya me animo a hacerlo. JÁ.