Christopher tiene 15 años, adora las listas, y los esquemas, y nunca dice mentiras. Nunca ha pasado de la tienda de la esquina, pero cuando la señora Shears le acusa falsamente de haber asesinado a Wellington, su caniche, decide convertirse en un Sherlock Holmes bastante particular...
Podeis seguir leyéndolo AQUÍ.
Espero que os guste.
Besos bibliófilos.
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